Existen varios respaldos que se resumen tres aristas, una normativa, una técnica y una reputacional. El respaldo normativo de los fondos de inversión y las administradoras se adjudica al control por parte de entidades como la Superintendencia de Compañía, Valores y Seguros, la Intendencia del Mercado de Valores y la UAFE, las cuales supervisan su correcto desempeño dentro del marco legal; adicionalmente, la información de los fondos es pública, por lo que cualquiera puede conocer las características de los activos que conforman el portafolio un fondo.
El respaldo técnico recae sobre su departamento administrativo que por medio de un personal experto en administración de portafolio y una robusta estructura de gestión de riesgos y controles internos sólidos, hacen negocios y buscan las mejores alternativas de inversión, de esta forma, logran invertir en una variedad de emisores previamente calificados y con garantías propias, atomizando el riesgo debido a la diversificación.
El respaldo reputacional es dado por un proceso de calificación de riesgo voluntario que pueden obtener los fondos de inversión, esto es un análisis técnico por parte de una empresa calificadora que resume las fortalezas y debilidades observables en el fondo y su administración, la calificación obtenida representa un respaldo reputacional sobre la inversión realizada.